La importancia del análisis de Toxoplasmosis durante el embarazo

Una de las primeras pruebas a las que la mujer tiene que someterse al principio del embarazo es la prueba de la toxoplasmosis. Se trata de un simple análisis de sangre que muestra los anticuerpos anti-Toxoplasma, o inmunoglobulinas de tipo M y tipo G, de donde derivan las iniciales que las identifican: IgM e IgG. La IgM es típica de la fase aguda de la enfermedad (por lo tanto, aparece en la sangre de alguien que acaba de contraer el parasito. Sin embargo, la IgG representa la «memoria» de la infección y se encuentra en el cuerpo de quien ha tenido la infección y se ha recuperado.

Si una mujer desarrolla la inmunidad a la infección entre seis y nueve meses antes de quedar embarazada, es muy raro que exista peligro de que transmita la infección a su bebé. Sin embargo, cuando una mujer embarazada contrae toxoplasmosis por primera vez, existe un 40{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} de probabilidades de que transmita la infección al feto. Asimismo, el riesgo y la gravedad de la infección del bebé también dependen del momento en que la madre contrae la infección.

Cuando una madre contrae la infección durante el primer trimestre del embarazo, el 15{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} de los fetos también se infecta, en comparación con el 30{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} durante el segundo trimestre y el 65{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} durante el tercero. No obstante, cuanto más cerca del comienzo del embarazo ocurre la infección, más grave son las consecuencias para el feto.

Si bien hasta el 90{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} de los bebés infectados parecen normales en el momento de nacer, entre el 80{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} y el 90{2c77a74984229d29645897c978e2736f60290e6c4e34df77194e58bc62664cf0} desarrollan infecciones oculares importantes meses o años más tarde. Algunos presentan pérdidas de la audición, hidrocefalia, retraso mental, problemas de aprendizaje o ataques de apoplejía. La toxoplasmosis contraída durante el embarazo también puede provocar un aborto espontáneo o la muerte del feto.

Una mujer que se infectara antes del embarazo no transmite el parásito al feto, a menos que su sistema inmunitario se hubiera debilitado (por ejemplo a causa de una infección por el VIH) y se reactivara su infección.